martes, 20 de noviembre de 2007

La Insignificancia de lo importante

Importante, insignificante son dos conceptos en apariencia opuestos, pero en la realidad de nuestro tiempo son absolutamente sinónimos, a pesar de que la gran mayoría discutiría esta afirmación con firmeza. 

  Son muchas las personas que pierden su tiempo en absolutas chorradas, en nombre de lo que es importante para ellas, y no las culpo, si así son felices, que así sigan, pero no puedo evitar entonces, plantearme la realmente insignificante razón de la vida humana.
El hecho de que hoy en día sea mas importante que una persona se case, se divorcie, le ponga los cuernos a este o a aquel, o incluso el famoso terrorismo internacional, que esto último no es que no sea importante pero a mi parecer se le da mas publicidad de la que se debiera. 

Día a día los medios de comunicación nos bombardean con pruebas de una sociedad hipócrita y confusa que ha perdido la esencia de los valores intrínsecos de la convivencia, derivando en cumplir profecías como la de George Orwell y su Gran Hermano a nivel mundial; citemos al todopoderoso Google como el gran contenedor del conocimiento y la realidad humana. De la misma forma, también me hace recordar, como algunos emperadores romanos mantuvieron su puesto en épocas de hambruna, manteniendo al "vulgo" entretenido en los juegos del circo, o en otros casos con la puesta en marcha de un balneario de ensueño.

A lo largo de la historia tenemos grandes ejemplos como los nombrados para ver como los gobernantes mantienen su poder a base de distraer la atención del pueblo, indistintamente de su color político, todos pretenden como único objetivo mantener su posición el mayor tiempo posible. Esto nos hace pensar en el falso concepto de lo que es importante. 

Y un ejemplo muy cercano, el Rey de España, Don Juan Carlos I, durante la cumbre iberoamericana, tuvo una reacción que todos comprendimos ante el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pero que resulta sorprendente desde el punto de vista protocolario, pero en vez de quedarnos con lo importante, nos quedamos con el vídeo del Rey hablando, o con los tonos de móvil, tan populares hoy día, y diversas chorradas como ir corriendo a comprar los dominios con la frase del Rey.  Ahí lo importante según me parece fue la respuesta humana a una provocación directa por parte de uno de esos gobernantes que lejos de criticar lo bueno que haya podido hacer por Venezuela, suena mucho a esos que distraen la atención de su pueblo para que no se fijen en lo realmente importante. 

En definitiva, lo que creemos importante no siempre lo es tanto, y a veces deberían pensarse las cosas muchas veces antes de tomar ciertas decisiones, es una pena que las prioridades de muchos estén tan equivocadas. En cierta manera es bastante representativo que en las religiones se referencia al pueblo como ovejas y a los sacerdotes o guías espirituales como los pastores del rebaño. 

Lo insignificante, como el punto negro en el centro de la imagen, y tan importante como que si lo quitamos, la imagen sería totalmente blanca.  Somos insignificantes, una minúscula mota de polvo en un espacio considerado infinito, por lo tanto aprovechemos lo poco que valemos y no lo desperdiciemos en cosas sin sentido.



miércoles, 14 de noviembre de 2007

El Tiempo, Gobernador del siglo XXI.

El tiempo, una variable que a día de hoy podemos medir con precisión, gracias al conocimiento de los osciladores armónicos. Este movimiento, se da en la naturaleza permanentemente y se trata del simple concepto, de que cuando un cuerpo está en equilibrio y le aplicamos una fuerza que lo saca de ese estado, se generan fuerzas que luchan por restituir dicho equilibrio. 

En definitiva, todo este rollo teórico para decir que podemos medir el tiempo, pero ¿Para qué? ¿Cuál es el objetivo de medir el tiempo?,  Bueno, podemos establecer miles de razones que justificasen dicha necesidad, pero yo creo, visto el desarrollo social que existe hoy día, que la razón principal es para provocarnos estrés.  Sí, exactamente eso de lo que se habla tanto en la actualidad.  El tiempo, juega un papel en nuestra sociedad increíblemente importante. Regula toda nuestra vida, o quien acaso, no oye o dice al día mas de 3 o 4 veces la frase de: "No sé, si me dará tiempo" ó la de "No tengo tiempo de nada".  Es increíble como nos condiciona el tiempo, hasta el punto que somos sus esclavos. 

Un ejemplo claro del uso del tiempo para provocar estrés, son las facturas, llegan siempre puntuales, no como las ayudas claro está que siempre se retrasan. Las facturas usan el tiempo doblemente, pues hay que pagarlas cada cierto período de tiempo, y muchas de ellas se basan en el tiempo para establecer su cuantía, como por ejemplo las facturas telefónicas, qué, por cierto a costa de los usuarios cada día hacen a las empresas que las emiten más y más ricas a cambio de un servicio totalmente injusto y deficiente. 

Otro ejemplo claro, son los horarios de los establecimientos, es curioso como siempre el sitio al que tienes que ir, que por cierto suele ser el único donde está lo que buscas o donde se hace lo que necesitas, tiene el mismo horario que una actividad que realizas actualmente, ya sea tu horario laboral o cualquier otra cosa. Ese curso que siempre quisiste hacer, coincide siempre en horario con aquel al que después de mucho esfuerzo conseguiste entrar. 

Horarios, tablas y planificación, quien ha visto terminar algo en fecha, prácticamente nunca, de hecho si miramos muchos de los proyectos que se realizan en el mundo, casi todos se retrasan, incluso empresas tan grandes como Microsoft, o incluso la adorada Apple, que tienen recursos prácticamente ilimitados comparados con el resto de los mortales, sufren esto. 

Pero volvamos a lo que decía el segundo párrafo, estrés. El tiempo no provoca el estrés, es su falta la que aparentemente lo provoca, y digo aparentemente pues el grado de estrés en las personas también está relacionado con su actitud frente al tiempo. El tiempo pasa, dicen que inexorablemente, eso hasta que descubran algo que diga lo contrario, pero en general, pasa. Y cada día, nos damos cuenta de que no podemos hacer lo que queremos, y eso es porque se nos ofrecen miles de cosas, oportunidades, y seguimos teniendo las mismas obligaciones que siempre, al final, el tiempo será oro, y en todo el sentido literal de la afirmación. Puesto que acabaremos comerciando con el tiempo libre de cada persona para poder sobrevivir, a causa del ahogo económico que se sufre hoy día.

Mucha gente afirma que preferiría cobrar menos y tener más tiempo libre, a día de hoy, cobrar menos sería prácticamente no cobrar. Está extendido el término "mileurista" pero no son muchos los que llegan a esa cantidad.  Esto, unido a las subidas constantes de los gastos considerados de primera necesidad, llevan a que la dedicación de las personas al trabajo sea por simple necesidad muy alta. En definitiva, al final se vive para trabajar y no se trabaja para vivir, lo cual visto desde el punto de vista que lo importante son las personas, no cuadra mucho.

Al final volvemos al principio del todo, el concepto, el tiempo. ¿Para qué nos sirve medir el tiempo?, pues está muy claro, para poder establecer límites a toda esta locura de tareas que nos ocupan la vida, y así dejar algo de ese tiempo, para simplemente, perderlo.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Yo, el Qubit



Muchos, no sabrán lo que significa, pero Qubit es la abreviatura de Quantum bit, en inglés, o bit cuántico, en nuestro idioma. 

Un Qubit "representa la unidad mínima de información cuántica" (dice la Wikipedia), esto que implica, pues que es la unidad mínima de representación de la indeterminación de todo el universo, en definitiva es la duda en su máxima expresión. La imagen de arriba es de la Universidad de Cambrige, que tienen un centro de computación cuántica.

Y esa es la filosofía de mi vida, y de este blog, no sé que pondré en él, ni siquiera sabía hace 10 minutos que lo iba a crear, pero me observé y dije, a pues sí, lo creo. Todo esto quizás, porque en ese instante cuántico coincidí con RaYY, en su Mundo Cuántico 14, y eso hizo que mi estado cambiase al de: "voy a ser un blogger"

En fin, aquí estoy, no sé como acabaré esta frase, bueno ahora sí, vale, ya no, bueno sí, vale....ya, ahora, vamos que no sé que os podréis encontrar porque ni yo mismo lo sé aún, así que os invito a descubrir que cosas se me ocurrirán.

Bienvenidos, a la incertidumbre hecha blog.